Los romanos están entre los pueblos que habitaron Jaén. Entorno al año 207 a.C, después de que el general Escipión Africano Mayor conquistara Jaén para los romanos, estos se asentaron aquí, construyendo entre otras cosas sus casas típicas, la villa romana de la que os hablamos en este post.
¿Te gusta la historia? No te pierdas este artículo para saber cómo eran las villas romanas ni este otro para conocer los lugares históricos en Jaén que debes visitar.
Tipos de vivienda
Para los romanos, construir ciudades y lugares en los que se desarrollaba la vida romana era clave como elemento de propaganda política. Además, la arquitectura adquiere así un papel principal, ya que transmitía la imagen de Roma.
Así que en los distintos tipos de vivienda romana y arquitectura pública encontramos un buen reflejo de la cultura y de la forma en la que vivían los romanos en la sociedad romana.
Casa Romana
La vivienda básica romana es la construcción más antigua, habitual y pobre de las construcciones que se realizaban para habitar en el mundo romano.
Domus
Las domus eran la vivienda señorial, el domicilio particular de los personajes más relevantes dentro de cada ciudad.
Ínsula
La ínsula es otro tipo de casa urbana popular. En este caso se trata de construcciones diseñadas para albergar a un cierto número de familias diferentes.
Villa
La villa romana era una construcción que se situaba en la periferia de las ciudades. Encontramos villas muy lujosas, y otras que por el contrario eran modestas, relacionadas con las labores agrícolas. Con la invención y construcción de calzadas romanas se favoreció la aparición de villas de recreo y villas enfocadas a la comunicación y transporte de los productos agrícolas que se cultivaban en ellas, como cereales, vino o aceite. En algunas también se criaban animales domésticos como gallinas, pavos o gansos.
Partes de la villa
Una villa romana típica constaba de las siguientes partes o zonas:
Pars Urbana
La pars urbana es la zona reservada al dueño. Desde ella éste dirigía la villa y organizada toda la producción que se llevaba a cabo en ella. Esta zona fue adquiriendo poco a poco comodidades típicas de las zonas urbanas.
En las villas más ricas también encontramos una zona de termas para el dueño de la villa y su familia.
Pars Rústica
En ella se guardaban las herramientas. Aquí vivía el capataz y el administrador de la propiedad. Normalmente, estas instalaciones se organizaban en torno a un patio central alrededor del cual, se encontraban las alcobas de los esclavos, la ‘culina’ o cocina, que también servía como lugar de reunión y trabajo, gallineros y los establos de caballos y bueyes.
Pars frumentaria
Esta parte de la villa romana se dedicaba a la función de elaborar, conservar y almacenar la producción agrícola. Por ejemplo, aquí se encontraban las bodegas, almacenes, graneros y el molino. También era normal encontrar junto a la villa cobertizos para proteger los carros y mieses de las inclemencias del tiempo y posibles tormentas imprevistas.
La villa romana de Bruñel
En Jaén encontramos la villa romana de Bruñel, concedida en su tiempo como villa romana residencial frente a la Sierra de Quesada.
En la villa romana de bruñel destaca el atrio con impluvium y el peristilo en torno al cual se distribuye la mayor parte de las habitaciones. Uno de sus grandes atractivos son sus mosaicos, la mayor parte de ellos, con composiciones geométricas con bandas de trenzas y combinaciones con medallones que encierran figuras humanas.
La se encuentra cerca a un riachuelo para cubrir las necesidades domésticas y de cultivo; cuenta con tres fases de construcción en los siglos II, III y IV. Fue destruida por el fuego, en cuanto a la fecha, unos opinan que quedó destruida en el siglo V y otros retrasan su destrucción hasta el siglo VIII.
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