En España tenemos la suerte de no tener que viajar muy lejos para descubrir las características de la arquitectura romana. Ya que contamos con innumerables restos arqueológicos con los que podemos conocer cómo era la vida de la hispania romana en la península.
Huella romana en Jaén
Los romanos fueron uno de los pueblos históricos que habitaron Jaén. Concretamente fue en el año 207 a.C cuando el general Escipión Africano Mayor conquistó Jaén para los romanos.
Hasta entonces, la ciudad fue bautizada con distintos nombres como Auringi, Oringe, Elinga o Advinge.
Después de ellos llegaron los visigodos, dejando auténticas maravillas como el Oratorio Rupestre de Valdecanales en Rus, que data del s. VII d.C.. Se trata del único asentamiento visigodo de estas características que se conserva en el sur de Europa.
En Rus también se encuentran villas romanas de gran valor histórico, como la Villa Romana de Valcuenda o Villa Romana el Altillo.
En ambos lugares podemos contemplar muestras y características de la arquitectura romana, que nos permiten viajar al pasado y aprender un poco más sobre nuestra historia.
Características generales de la arquitectura romano
Los romanos fueron grandes constructores, y gracias a esto y a la solidez de sus construcciones hemos podido tener testimonio de lo que fue esta civilización y del gran peso que ha tenido en la historia.
Algunas de las características de la arquitectura romana más conocidas son las siguientes.
- Tiene su base en la cultura etrusca, la anterior a la romana. De ellos continuaron y perfeccionaron las técnicas y usos de la bóveda, el arco y la cúpula.
- La arquitectura romana, a diferencia de la griega, trata de crear espacios cerrados.
- El orden, la planificación, la simetría y la regularidad son las principales características de la arquitectura romana.
- Abundan los edificios tanto de uso civil como religioso, todos ellos útiles y prácticos.
- Los edificios romanos tienen a ser colosales para transmitir el poder de Roma.
- Son comunes los edificios que superponen órdenes arquitectónicos en las fachadas.
Materiales de la arquitectura romana
Los materiales más empleados en la civilización romana son la piedra, el ladrillo y el hormigón.
Los aparejos romanos son la disposición de estos materiales y se reflejan en las siguientes formas:
- Opus quadratum. Sillares de piedra regulares que se disponían unos perpendiculares al muro y otros paralelos.
- Opus incertum. Sillares de piedra irregulares y sin labrar, que se colocan dispuestos aleatoriamente.
- Opus latericium: Ladrillo
- Opus caementicuim: Cemento, que se hacía con una mezcla de arena, cal y cascotes de piedra. En cuanto a los sistemas constructivos que se van a utilizar, serán los sistemas adintelados y orgánicos los más frecuentes. Este último en el que la descomposición de la fuerza se hace a través de arcos y bóvedas será el más utilizado.
Las bóvedas romanas
Las bóvedas eran de medio cañón, cuando se usaban para cubrir las plantas rectangulares, de arista, formadas por la unión de dos bóvedas de cañón para cubrir sobre todo edificios de plantas cuadradas y de crucería, aunque estas eran en comparación menos usadas.
Para construir una bóveda primero construían una cimbra de madera con la forma de la bóveda. Una vez terminada se retiraba la cimbra.
Arco romano
El arco es el elemento sustentante más utilizado en la arquitectura romana. Se utilizaba para cerramientos de ventanas y puertas.
Los tipos de arcos más comunes son: Arco de medio punto, arco escarzano y arco rebajado. Estos estaban compuestos por dovelas y una pieza central que mantiene la presión de las demás y completa la curva.
Conclusión
¿Te apasiona la historia? Viajar y descubrir las diversas villas romanas que hay cerca de ti es la mejor manera de descubrir las peculiaridades de su arquitectura y modo de vida.